Yo digo España
Iván Vélez
Sobre el libro de Yo digo España. Contra la disolución nacional alentada por la izquierda, Libroslibres, Madrid 2006
César Alonso de los Ríos acaba de publicar su última obra, Yo digo España. Contra la disolución nacional alentada por la izquierda. Se trata de una recopilación de sus artículos publicados en el periódico ABC durante los últimos seis años estructurados en cuatro bloques de desarrollo cronológico.
Yo digo España sucede a Si España cae y a La izquierda y la Nación y, al igual que éstos, se puede encuadrar en ese conjunto de obras que defienden la existencia y la supervivencia de la nación española frente a las amenazas que acechan a ésta tanto desde el interior, como desde fuera de sus fronteras.
De las amenazas exteriores apenas se ocupa el escritor palentino. Tan sólo en el tercer bloque: Lo que salió del miedo, que une todos aquellos artículos que analizan la masacre del 11 de marzo de 2004, se hace alusión a la intervención del terrorismo islámico, pero Alonso de los Ríos, une esta acción, por sus fines, al conjunto de actos terroristas protagonizados por ETA y apoyados de una forma más o menos solapada, por partidos que gozan de representación parlamentaria. Los objetivos, serían los mismos: la destrucción de España como nación política.
Pero vayamos por orden. El volumen viene precedido de un prólogo que ya nos anticipa buena parte de las tesis e instrumentos con los cuales contará Alonso de los Ríos en el despliegue de sus artículos. Éstos, aunque apegados a la urgencia de lo cotidiano, mantienen una indiscutible unidad de principios y conceptos. De entre ellos, destaca la clara distinción entre la Nación Española, nación de ciudadanos fundada en las Cortes de Cádiz, y esas otras naciones que pretender surgir de ésta apoyadas en mitos y, a menudo en pistolas.
En el prólogo también se nos explica el porqué del título del libro, y es que Yo digo España dio nombre a un artículo de César Alonso de los Ríos fechado en 1979 y publicado en La Calle. En la página 28 se nos da la clave de la utilización de España frente a Estado español: (decir Estado español) era una forma de despegarse públicamente de las connotaciones culturales e ideológicas del concepto para quedarse en la acepción jurídica.
El primer grupo de artículos se llama La izquierda de España, entendiendo por izquierda, fundamentalmente al PSOE, pero también a IU. Los textos se centran en la relación del PSOE, con Rodríguez Zapatero a la cabeza, primero como presidente del partido y después del Gobierno, con los partidos nacionalistas, principalmente catalanes y vascos. Alonso de los Ríos detecta en el trato que da el PSOE a la cuestión nacionalista, rasgos de mala conciencia, pues este partido reconocería en las fuerzas nacionalistas cierta legitimidad histórica que la historia, obstinada y cruel, habría abortado con la Guerra Civil. A este factor habría que añadir la propia estructura del partido, que posibilita la desmedida influencia de algunas de sus partes nacionalistas (PSE, PSC, PSG) sobre el «todo constitucionalista», sector representado por Rosa Díez, Redondo Terreros o Francisco Vázquez, por quienes el autor no oculta su respeto. Éste es el núcleo del primer conjunto de artículos, aunque en ellos también se tratan otros aspectos de la realidad que giran en torno a España, un ejemplo de ello es la apertura de las fosas de la Guerra Civil y el ajuste de cuentas retrospectivo que lleva consigo, o la disgregación del Archivo de Salamanca. Finalmente se trata sobre los inicios de las negociaciones que el Gobierno mantiene actualmente con ETA.
La segunda parte se titula ¿Se disuelve España? Esta vez la atención se centrará en los fundamentos de los nacionalismos fragmentarios, tanto ideológicos, como históricos. En ambos casos la crítica es implacable, pues aún reconociendo la disparidad de puntos de partida de estos movimientos políticos, Alonso de los Ríos concluye mostrando la convergencia de fines a los que han llegado las diferentes formaciones políticas, solapados a menudo bajo la oscuridad del modelo federal: la pretensión de desgajarse de la Nación, para formar las propias. En cuanto a la manipulación que se ha hecho de la historia, nacional y regional, el autor denuncia los «hechos diferenciales», los héroes y mitos fundacionales de estas nuevas naciones y frente a la negación de todos aquellos que son identificados con España.
Bajo el rótulo Lo que salió del miedo, el tercer bloque corresponde a los artículos motivados por el atentado del 11 de marzo de 2004 del que ya tratamos más arriba.
La última parte, ¿Resiste España?, parece buscar un final más optimista y se centra, sobre todo, en aspectos culturales. En el tramo más heterogéneo de la obra, diferentes ciudades y personajes históricos, sirven a Alonso de los Ríos para reivindicar el legado español. Asimismo, se hace una apasionada defensa de todos aquellos políticos y colectivos que luchan sin complejos por la supervivencia de la Nación.
Yo digo España, más allá de este sucinto análisis, ofrece muchos otros atractivos, entre ellos, cabe destacar que por sus páginas cruzan figuras tan distinguidas como Arias Montano, Jovellanos, o Unamuno.
Recomiendo por tanto la lectura de este libro a todos aquellos que decimos y queremos seguir diciendo España.
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