viernes, 30 de agosto de 2013

Beiras, un español enfermo

El Catoblepas. Número 138. Agosto 2013. Página 9
Beiras, un español enfermo
Algunas notas para la trayectoria vital de José Manuel Higinio Beiras Torrado (Santiago de Compostela 1936), un español enfermo
Iván Vélez

          El 24 de julio de 2013, avanzada la tarde, un tren Alvia tomaba a velocidad excesiva una curva a la entrada de Santiago de Compostela dejando un rastro de muerte sobre las vías. Pocos días hubieron de transcurrir para que el portavoz de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), José Manuel Higinio Beiras Torrado (Santiago de Compostela, 1936) aprovechara la tragedia para arremeter contra los populares gobiernos regional y central. A juicio de don José Manuel, los recortes y no otro motivo, habían sido los causantes de unos muertos de los que hacía responsables al Partido Popular. «Los muertos son suyos», fue la frase en la que se concentraba el discurso del veterano independentista gallego. En el fondo de sus incendiarias manifestaciones, Beiras localizaba a otro de los grandes culpables: la banca, mimada, a sus ojos, por el PP.
Sin embargo, más allá de las airadas formas beiranas, las declaraciones no hacen sino reproducir componentes fácilmente reconocibles en las nematologías que han adquirido vigor en los últimos años en España. Beiras señala con su dedo acusatorio a la maligna banca, aliada de la derecha que se deleita en mantener la prisión de naciones en la que se haya cautiva –y casi desarmada si obviamos los episodios bélicos del Ejército Guerrillero del Pueblo Gallego Libre- su querida Galiza.
En su discurso tampoco podía faltar el habitual ataque a la Iglesia -«¿Qué rayos tiene que hacer la Iglesia católica en un Estado aconfesional?»- imprescindible en todo español autocalificado de izquierdas que se precie.
No cabe duda del enorme juego que Beiras ofrece a la prensa adicta al régimen del 78, la misma que admite, indocta y dócil, la sustitución de la toponimia en español por toda aquella que, revestida de oficialidad, opte por el aldeanismo tras el cual se agazapa una cada vez menos disimulada hispanofobia a veces presentada bajo el rótulo de la «España plural».
Sin embargo, tales medios olvidan, por desconocimiento o negligencia, datos de gran interés que sirven para perfilar con mayor finura el retrato del extravagante personaje del que venimos hablando. Precisamente a la tarea de conocer con mayor profundidad la trayectoria de este economista y funcionario del Estado, va dirigido este apresurado trabajo.
Por de pronto, hemos de decir que el furibundo anticlericalismo del que hoy Beiras hace gala, contrasta con las piadosas convicciones religiosas de su padre, el empresario y periodista -firmaba bajo el pseudónimo «Eu ben sei»- Manuel Beiras García (1904-1996). Miembro fundador, en 1931, del Partido Galleguista, a Manuel Beiras se debe, en el segundorrepublicano año de 1932, la celebración de la primera misa en gallego. Beiras padre, en definitiva, no hacía sino responder al consabido patrón que históricamente ha unido a separatistas y clérigos, conocedores de los beneficios derivados de la administración del pasto espiritual en lenguas vernáculas. Si el padre del portavoz de AGE tenía tales atributos, la madre de don José Manuel, que también lo fue de otros 8 hijos, Herminia Torres Moldes, pertenecía a la burguesía gallega.
Estas favorables condiciones familiares propiciaron que José Manuel Higinio estudiara Derecho en Santiago de Compostela, titulándose en 1957. Culminados sus estudios en España, se matricula en la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de La Sorbona, donde también estudiará Lengua y Literatura Francesa, de resultas de lo cual acusará durante su vida una rendida admiración por los escritores galos, en especial por Albert Camus, a quien ha traducido al gallego. Antes de regresar a Galicia, completará su formación académica en la Escuela de Economía de Londres.
De nuevo en España, se desempeña como profesor en la Escuela de Economía Política de la Facultad de Derecho de Santiago durante unos meses, si bien, en 1966 obtiene una bolsa de estudios de la Fundación March, que le permite asistir a un curso en el parisino Instituto de Ciencia Económica Aplicada, dirigido por el entonces influyente economista François Perroux (1903-1987), miembro de la Orden Franciscana Terciaria y estudioso de la economía regionalista y las relaciones centro-periferia que tanto han interesado a un Beiras llamado a sacrificarse por la periférica causa de su tierra gallega.
Mientras todo esto ocurría en el plano académico, Beiras, integrado en el ambiente galleguista compostelano, terminará por encontrar pareja dentro de tal atmósfera, matrimoniando con la filóloga Teresa García-Sabell Tormo (Santiago de Compostela 1942), hija del doctor Domingo García-Sabell (1908-2003), quien presidió la Editorial Galaxia fundada, entre otros, por Ramón Piñeiro López (1915-1990). En este último caso, la contigüidad ideológica se vería acompañada de la física, pues si Beiras tenía el domicilio en el tercer piso del edificio número 15 de la calle Gelmírez, Piñeiro moraba en la segunda planta.
Al margen de presidir Galaxia, García–Sabell formó parte del Comité español del Congreso para la Libertad de la Cultura, pródigo en becas, premios y espacios para la publicación de trabajos que fueron sentando las bases de la estructura federalizante y atrapada por el mito de la cultura que hoy envuelve a la nación española. Pronto, la noticia de que dinero que el capitalista imperio yanqui destinaba, a través de fundaciones-tapadera, a estas actividades de trasfondo anticomunista, afloró a los medios de masas, si bien esto no fue óbice para que el doctor García-Sabell mantuviera estrechos lazos con el citado grupo. Prueba de ello es que un año después del escándalo, en noviembre de 1968 planeó celebrar en su domicilio de Santiago de Compostela, una reunión cuyo objetivo era confeccionar un Análisis histórico y socio-económico de la experiencia de las autonomías en Cataluña y el País Vasco, así como de los proyectos y movimientos autonomistas en Galicia y Valencia. Poco a poco, Beiras se irá aproximando a estos ambientes todavía marcados por la atmósfera de la Guerra Fría.
Paralelamente, Beiras irá desarrollando una carrera política cuyo embrión se localiza en los años 1963 y 1964, en los que cristaliza la fundación del Partido Socialista de Galicia, bajo la atenta mirada del Movimiento Socialista de Cataluña de Josep Pallach y Joan Reventós. El marcado regionalismo de tales partidos llamados socialistas, marcará la pauta de la estructura a la que responderá el PSOE que nacerá tras los cismáticos años de 1972 y 1974.
En su afán por consolidar su proyecto político galleguista, el a menudo errático Beiras no dudará en unirse a extraños compañeros de viaje. Así queda demostrado en estas declaraciones del carlista Manuel Rego Nieto, que aluden a los comienzos del año 1976, tiempos en los que galleguismo y carlismo fueron de la mano:
O coñecemento con Beiras debíase a que formabamos ámbolos dous parte do Consello de Forzas Políticas Galegas (CFPG), íl como líder do Partido Socialista Galego, e eu do Partido Carlista de Galicia..[…]
Beiras tivo unha moi grande depresión, ata o punto de ter que internalo nun hospital, ao non ter éxito o seu partido nas primeiras eleccións de esta partitocracia que padecemos. Tardou moitos meses en se recuperar e voltámonos a ver na boda en Ribadeo do común amigo Luis Álvarez Pousa. Xantamos na mesma mesa Ramón Piñeiro, Carlos Casares, íl e máis eu.[1]

En cuanto a sus intenciones e ideas, estas fueron expuestas con la claridad propia del Beiras de 1968, un año después de recibir el Premio de la Casa Gallega en Nueva York por el trabajo: El problema del desarrollo en la Galicia rural. En efecto, en tan revolucionario año se publica el libro de Sergio Vilar: Protagonistas de la España democrática. La oposición a la dictadura 1939-1969, (Ediciones Sociales, Barcelona-París-Madrid, Depositario: Librería Española, 72 rue de Seine, París 6ᵉParís 1968). En las páginas 387 y 388, el demócrata Beiras, ya fuertemente alarmado por la, a su juicio, «castellanización creciente» de su tierra, se define ideológicamente y da pistas sobre lo que podría ser su futuro, sobre un mañana en el que incluso contempla la posibilidad de integrarse en lo que denomina «Gobierno central»:

-          Políticamente ¿cómo te definirías?
-          Como un demócrata galleguista… En lo económico, y atendiendo las realidades de mi país, he estudiado mucho el cooperativismo. El que más se ajusta a la realidad de Galicia es un cooperativismo como el danés. En lo ideológico he ido formándome un pensamiento socialista, no doctrinario, no dogmático, no completamente marxista, aunque desde luego aceptando todo lo que en el socialismo hay de peso básico aportado por el marxismo. Por ejemplo, Oscar Lange es un autor que me interesa mucho.
-          ¿Aspiras a un determinado cargo político?
-          En un futuro democrático, aspiraría a un cargo relacionado con Galicia, en concreto. Después de algunos años, podría verme también en un Gobierno central. Pero hay muchas cosas que hacer en Galicia. Cuando estuve en París tuve muchas oportunidades de q uedarme en un buen cargo en algunos organismos internacionales. Pues bien, al final volví a Galicia; no a Madrid, ni a Barcelona, sino a Galicia. Los problemas que me interesan son los problemas gallegos… Galicia sufre una emigración de la que se habla muy poco, que es la emigración de las «élites». Por otra parte, la Administración está regida en Galicia por personas que tienen poco contacto con nuestras realidades.

Es también en 1968 cuando participa en el Coloquio sobre los problemas del desarrollo regional, celebrado los días 15, 16, 17 y 18 de mayo de 1968 en la Escuela Superior de Técnica Empresarial Agrícola de Córdoba, organizado por  la Escuela Superior de Técnica Empresarial Agrícola de Córdoba, el Institut d´Etude du Developpement Economique et Social -dirigido por François Perroux-, el Círculo de Economía de Barcelona, “Seminarios y Ediciones S.A.” –editorial cuyos dirigentes, entre ellos García-Sabell,  ya se habían recuperado de la sorpresa de haber sido financiados por la CIA, estando ahora apoyados por la Fundación Ford-, el Departamento de Disciplinas Económicas y Financieras de la Facultad de Derecho de Sevilla y la Secretaría Técnica de Congresos y Exposiciones, del Excmo. Ayuntamiento de Córdoba.
De la participación en tal Coloquio, salió entusiasmado don José Manuel, si atendemos a la carta que, fechada en Vigo el 17 de junio, y escrita sobre un folio con el membrete de la Revista de Economía de Galicia, de la que era subdirector, transcribimos a continuación. El destinatario de la misma no era otro que el secretario del Comité Español del Congreso por la Libertad de la Cultura, ahora rebautizado como Asociación Internacional por la Libertad de la Cultura, su «querido amigo» Pablo Martí Zaro:

Sr. D.
Pablo Martí Zaro
Avda. De América, 13, 1º, dcha
Madrid-2

Mi querido amigo:

El editorial del próximo número de nuestra revista, que saldrá dentro de unas semanas, se referirá a la positiva experiencia del Coloquio de Córdoba. Pero quisiera además, en nuestra sección de “Testimonios y Documento”, hacer una breve información documental de lo que fue el coloquio. Para ello voy a reproducir el temario de ponencias y comunicaciones. Y quiero pedirte autorización para reproducir además, como muestra de uno de los temas tratados, y en razón de su especial interés para una revista gallega, los textos de mi ponencia, la de Barbancho -que le sirve muy bien de marco general referido a toda España- y la de Castilla del Pino sobre los aspectos psicopatológicos de la migración.
Confío en que no habrá inconveniente para ello, tratándose de una reproducción global de materiales del coloquio. Espero, pues, tu respuesta afirmativa, pero no tengo inconveniente, si te parece mejor, en enviarte una carta más formal de solicitud dirigida a ti en calidad de consejero-delegado de Seminarios y Ediciones.
Gracias anticipadas y un abrazo muy fuerte. Creo que, sinceramente, lo de Córdoba ha sido un gran éxito vuestro, y que ha tenido una enorme utilidad para romper el hielo sobre temas que siempre han resultado tan espinosos en nuestro ruedo ibérico.
Repito, un fuerte abrazo.

Xosé M. Beiras
Subdirector

P.S. ¿Teneis pensado por fin publicar los materiales del coloquio?¿Crees que pasarían la censura todas las intervenciones orales? Personalmente estoy convencido de que sería muy fecundo darlas a conocer. Saludos.

 Nada debía temer Beiras, con respecto a la censura franquista, y menos a propósito del Coloquio, pues el día 1 de julio de 1968, Carlos Robles Piquer (Madrid 1925), Director General de Cultura Popular y Espectáculos del Ministerio de Información y Turismo, y cuñado de Manuel Fraga Iribarne (1922-2012), manifestaría al respecto que: «dentro de los límites razonables que sus organizadores le habíamos impuesto, los actos de esta naturaleza son hacederos y perfectamente asimilables por la nueva conciencia que se va formando en nuestra sociedad». El que durante el primer gobierno de la democracia coronada sería ministro de Educación y Ciencia, se reconfortaba de que  existieran «notas discordantes», que califica como «saludables».
Mientras la dictadura languidecía al ritmo de la decadencia física de Franco, en septiembre de 1974, Beiras, bajo el errado nombre de José María, aparece en la prensa integrado en el proyecto de la “Conferencia Democrática” en la que se encuadraban Fernando Álvarez de Miranda y Joaquín Ruiz-Gimenéz, y viejos conocidos como Dionisio Ridruejo, pero también Antonio García López, Pablo Castellanos, Heribert Barrera y el propio Piñeiro.
Fascinado por el federalismo que impulsaban, entre otras, plataformas como el Comité Español del Congreso para la Libertad de la Cultura, en 1976 –en 1971 había asumido el cargo de secretario general- Beiras intervendrá como representante del PSG en la redacción de las Bases Constitucionales para un pacto federal en el que jugaría un papel propio la pretendida nación gallega. Un año más tarde sufrirá el revés electoral y la crisis depresiva antes referida, abandonando el cargo debido a su inestable situación psicológica.
No obstante, en 1977 es  nombrado académico numerario electo de la Real Academia Galega en 1977, si bien renunciará a su sillón ocho años después por entender que la RAG apoyaba la impugnación que el gobierno interpuso ante la Ley de Normalización Lingüística del Gallego.
En 1980 Beiras obtiene la Cátedra de Estructura Económica en la Universidad de Santiago de Compostela y dos años más tarde participa en la constitución del Bloque Nacionalista Galego (BNG), llegando a ser diputado del Parlamento de Galicia en 1985. El final del siglo XX, en el plano político, estará marcado por sus polémicas con Manuel Fraga y por resucitar, junto al PNV y CiU, la vieja Galeuzca, convenientemente actualizada como Galeuscat. En febrero de 2012 abandonará el partido para impulsar la formación ANOVA-Irmandade Nacionalista, que se incorporará a la coalición la coalición Alternativa Galega de Esquerda.
       La trayectoria de Beiras, en definitiva, se ajusta perfectamente al recorrido ideológico experimentado en España a partir de finales de la década de los años 50. Fruto de esta subvencionada y nebulosa nematología, cristalizó un enfermizo modelo político que permite, e incluso fomenta, amparada en su esquizofrénica legalidad, la existencia de organizaciones como la liderada por el histriónico Beiras, cuya nívea testa es capaz de albergar la imposible idea de «nación de naciones».



[1]«A volta de Beiras», La Región, 16 de noviembre de 2012, http://www.laregion.es/opinion/16121/27033/

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