miércoles, 22 de octubre de 2014

La sombra de la Leyenda Negra

Reseña de Miguel Ángel Navarro Crego publicada el miércoles 22 de octubre en El Revolucionario:
La sombra de la Leyenda Negra
El filósofo Gustavo Bueno acaba de cumplir  noventa años y somos muchos los que nos congratulamos por ello. Para los que de alguna manera reconocemos su influjo, el de su persona y el de su obra (pues toda filosofía tiene un trámite mundano, socrático, y otro académico, platónico y aristotélico), es obligado, y en la medida de nuestras fuerzas, proseguir su senda, la que él ha trazado tras las huellas de los grandes pensadores.
 En los artículos que en éste y otros diarios se han publicado con motivo de tal efeméride, se ha subrayado el creciente influjo que el Materialismo Filosófico ha tenido en sucesivas generaciones y la importancia que los medios digitales e internet proyectan sobre este hecho, proyección que ya llega a América. Por ello a reseñar uno de esos influjos recientes quisiera yo dedicar las próximas líneas.
   Así pues que un joven arquitecto conquense, Iván Vélez Cipriano, haya escrito una obra de Filosofía de la Historia bajo el rotundo y lacónico título de “Sobre la Leyenda Negra”, es una buena muestra de ese entusiasmo y de ese rigor que fecunda el pensamiento de quienes se acercan sin prejuicios al magisterio de Bueno.
   Un profesor universitario al uso, de esos curtidos en las zancadillas a las que con sorda saña es tan proclive la Universidad española, podrá sorprenderse, tal vez con altivo desprecio, de que alguien que no está en la profesión y sus secretos se atreva a remover y ordenar tal cantidad de materiales históricos. Pero lo cierto es que Iván Vélez de forma sistemática y nada ingenua logra dar forma, y desde las citadas coordenadas filosóficas, a algo que partiendo de las tesis que denunció Julián Juderías y Loyot (1877-1918) todavía está presente de forma nefasta en la paupérrima cultura política de nuestra España: La Leyenda Negra.
   Esa Leyenda Negra que cerniéndose sobre nuestra historia e imperio, minimiza logros y aciertos, magnifica errores y niega o tergiversa hechos y evidencias, y que sirve en suma para despreciar a casi todo lo español y por ende a España misma. Que quien todavía haga esto desde la tribuna pública o desde el escaño sea un español es síntoma de una enfermedad contagiosa que a veces se ha cebado en nuestra casta de políticos e  intelectuales (y a estos últimos Bueno no dudó en llamarlos en su momento nuevos impostores). Y una de las variedades más virulentas de dicho padecer es el secesionismo, el separatismo.
   Porque quien lea la obra de Iván Vélez no sólo comprenderá cuales son los hitos principales de la génesis, desarrollo y cristalización de esa leyenda, que como un mito oscurantista ha pesado sobre la discutida identidad de España, sino que cada uno de los capítulos de su libro presenta las polémicas y refutaciones que dicha leyenda generó. No estamos pues ante una obra de historia fenoménica, pues la Historia ya está hecha, sino ante un tratado de Filosofía de la Historia que parte de las ideas centrales que Bueno construye en su España frente a Europa. Evidentemente el resultado de su análisis, y como bien subraya el prologuista Pedro Insua, no es elaborar una Leyenda rosa o dorada tan falsaria como la negra, sino denunciar la metodología negra y las consecuencias en nuestro presente de esa visión tan caricaturesca y deformada de nuestra nación.
  Así el lector tendrá nuevas luces para interpretar que si un político español, por mucho que él no se sintiera tal en su “mismidad”, cuando afirmaba en el ejercicio de su profesión y en su lengua vernácula que “España nos roba”, no estaba mintiendo, porque como Epiménides el Cretense sólo formulaba una paradoja, a saber: Yo, que soy español pero que vivo del cuento de no reconocerme como tal, os estoy robando. Y es que para mejor comprender ciertas trágicas realidades hispanas, y España es entre otras muchas cosas una idea filosófica, es necesario asumir que la lechuza de la filosofía alza su vuelo en el crepúsculo, ya que en este caso – y en ello también acierta Iván Vélez – la sombra de la Leyenda Negra es alargada.

No hay comentarios: