martes, 14 de octubre de 2014

Radio Materialista - Episodio 18 (especial sobre el Ébola)



Esta semana nos han acompañado los filósofos Pedro Insua Rodríguez, Íñigo Ongay de Felipe e Iván Vélez.
La decisión de sacrificar (que no "asesinar", pues el uso de este verbo nos conduce a un antropomorfismo filosóficamente inaceptable) al perro o de mantenerlo en observación para avanzar en el conocimiento epidemiológico del virus (el perro como posible vector de la enfermedad), no se puede basar en una idea del cánido en cuanto corporeidad personal o sujeto de derechos objeto de normas éticas. Nuestros tertulianios adoptan un punto de vista que llaman prudencial que podría explicar el sacrificio del perro. También llama la atención que los animalistas no se opongan a la experimentación con un cánido que podría ser vista, sin abandonar el punto de vista animalista, como un acto de crueldad aún peor que el sacrificio. 
Nos preguntamos también por qué el etograma canino es distinto al etograma del ganado estabulado (por ejemplo, los bóvidos en el caso de la enfermedad de las vacas locas). ¿Por qué ha habido más "presión" de los animalistas en el caso del perro Excalibur que en las miles de vacas que fueron sacrificadas (muchas de ellas sin análisis individuales para saber si padecían la EEB o Encefalopatía Espongiforme Bovina)? La similitud de los etogramas canino y humano en algunos aspectos como la expresividad puede ayudar a responder esta cuestión. También el refuerzo social de las posiciones animalistas en los últimos diez años ayuda a explicar lo que ha sucedido con Excalibur. 
También hemos hablado de la polémica decisión de repatriar a los misioneros españoles. La crítica ex post festum de la decisión es clara: no se debió haber hecho por imprudente. Pero si partimos in media res (situación en la que se encontraba entonces el Gobierno) es más complicada la decisión y caben múltiples interpretaciones. Podemos ensayar primero una crítica desde la Ética. Aquí no cabe lugar a la menor duda: hay que traer al misionero y tratar de salvarle o al menos darle una muerte "digna" en su patria. Pero si ensayamos una crítica desde la Moral, la cosa cambia: es un error por cuanto puede poner en peligro al colectivo. Es otro ejemplo perfecto de colisión entre Ética y Moral. 
Otro aspecto analizado tiene que ver con la crítica que realizan algunos partidos como IU y Podemos al calificar de "voraces" a las farmacéuticas que investigan la vacuna contra el ébola y otras enfermedades y se rebelan contra el uso de militares en África por parte de EE.UU. Nuestros tertulianos advierten en estos partidos de izquierdas una sustitución de las premisas marxistas por las premisas voluntaristas, "platónico-escotistas", como las ha denominado Ongay. En efecto, el auri sacra fames de las farmacéuticas no explica el desenvolvimniento como instituciones de estas empresas que desbordan totalmente el componente psicologista en el que se instalan estos partidos. El uso de médicos en vez de soldados (o a la vez de soldados) peca de lo mismo. No recuerdan quienes encarecen la posición actual de Cuba en África que en el pasado este país también llevó soldados a Angola (además de médicos) para combatir junto al MPLA y la SWAPO a la UNITA en la Guerra Civil de Angola. 
Finalmente, nuestros tertulianos trituran las llamadas "medicinas alternativas" que recurren a curanderos y chamanes para "curar" el ébola y otras enfermedades graves. "Es un discurso estúpido" que está más allá de una racionalidad mínima, opinan los tertulianos, que también recuerdan que este sistema calificado por los gurús de las medicinas alternativas de "perverso", basado en principios científicos y no mágicos, permite, desde luego de una forma asimétrica, la existencia de unos 7.500 millones de habitantes, todo un récord en la historia. Lo poco de verdad que puede haber en esas "medicinas" es por la parte científica que tienen, aunque brujos y curanderos como sujetos operatorios no sean capaces de clasificar y "racionalizar" aquellos instrumentos con los que operan. 
Gracias una semana más a nuestros tertulianos por su desinteresada colaboración.                                 

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