Artículo publicado en el suplemento Ideas, de Libertad Digital el día 26 de abril de 2018:
https://www.clublibertaddigital.com/ideas/historia-espana/2018-04-26/ivan-velez-si-algun-preso-adoleciere-en-la-carcel-84939/
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Si
algún preso adoleciere en la cárcel
En
un alarde de imaginación, Andreu Van den Eynde, abogado de Junqueras y Romeva, no
dudó, hace apenas un mes, en denunciar en su recurso la supuesta falta de
neutralidad del juez Llarena, conductor de un proceso que, a su interesado
juicio, se caracteriza por el uso de «fórmulas propias del sistema inquisitivo».
Nada nuevo bajo el sol negrolegendario que, en gran medida, nutre el discurso
de las sectas catalanistas, empeñadas en presentar a España como un país autoritario
e insoluble en las benditas aguas democráticas de Europa. Es altamente
improbable que Llarena se deje amedrentar por tan burda acusación que, en
cierto modo, no es sino un halago, pues, sépalo o no don Andreu, los tribunales
de la Inquisición se caracterizaron por un garantismo muy superior al que podía
hallarse en los tribunales ordinarios que coexistieron con el destinado a
inquirir sobre la fe, que no otra cosa era el Santo Oficio, institución común a
todos los españoles, incluyendo, por lo tanto, a los ancestros de quienes
pagan, con dinero propio o ajeno, su minuta.
Es
probable que Van den Eynde sepa de aquel tribunal gracias a los clásicos
estereotipos y caricaturas que han acompañado a una institución implantada
tardíamente en España. Moviéndose entre los estrechos márgenes del tópico, acaso
Llarena se le presente como un Torquemada redivivo capaz de mantener
arbitrariamente a sus clientes en unas mazmorras lóbregas y oscuras, semejantes
a las que popularizó la etílica pluma de Egdar Allan Poe.
Es
evidente que dentro del imaginario que acompaña a la leyenda negra, las
estampas asociadas a la Inquisición ocupan un puesto preminente, especialmente desde
los tiempos de una Ilustración que, en rigurosa aplicación de su maniqueísmo
–las luces de la razón frente a las tinieblas del fanatismo-, halló un terreno
clericalmente abonado para buscar objetivos espurios, aquellos que ofrecía el
Imperio español. Es en ese tiempo en el que arranca una línea que nos lleva
incluso a Julián Juderías, quien, adelantándose a la estrategia desplegada hoy
por los golpistas catalanes, detectó el alcance de la propaganda hispanófoba, al
señalar que España era ya percibida, «desde el punto de vista de la tolerancia,
de la cultura y del progreso político, [como] una excepción lamentable dentro
del grupo de las naciones europeas».
Frente
a semejante inercia sólo cabe buscar allí donde se conservan las pruebas de
cómo procedía la Inquisición española, teniendo siempre presente el origen de
la misma, la persecución de los cristianos judaizantes. En nuestro caso, las
pesquisas nos han conducido al Archivo de la Inquisición de Cuenca. Hoy
severamente despoblada, la actual provincia estuvo integrada en una amplia
jurisdicción inquisitorial de la que se conserva abundante documentación. Entre
los papeles destaca un legajo revelador, uno de los Libros de Visitas del
célebre tribunal, en el que se consignan las realizadas por el inquisidor, el
licenciado don Fernando Heras Manrique, a las cárceles secretas, es decir, a
aquellas en que se hallaban incomunicados los reos.
Destacan,
entre otras, las informaciones referidas a Violante Rodríguez, portuguesa nacida
en Lamego, ciudad en la que se asentó una de las mayores comunidades judías del
norte del reino de Portugal, antes de sufrir una fuerte represión a mediados
del siglo XVIII. Viuda del cordonero Manuel Rodríguez, Violante fue encarcelada
bajo la clásica acusación de judaizar. Gracias al archivo, podemos rastrear su
paso por la cárcel secreta. La primera noticia nos lleva al 29 de octubre de
1650, cuando la mujer «dijo estar enferma y pidió médico y este inquisidor dijo
lo mandaría llamar». Las visitas de don Fernando eran frecuentes. La escritura
recoge otra petición de Violante Rodríguez fechada el 26 de noviembre. Testigo
de ella fue el licenciado Heras, pero también el inquisidor Jacinto de Sevilla.
Ante ellos, la Rodríguez «pidió un jubón con que abrigarse y todos dijeron
hacerlo bien el alcalde». Los rigores del invierno conquense se sentían en la
prisión. Así, el 21 de enero del año siguiente, la mujer «pidió camisa y jubón
y se escribió dicho día al señor inquisidor a Madrid para que lo haga enviar de
su secreto desta rea». La camisa, en efecto, llegó desde la capital. Prueba de
ello es que, el 28 de marzo, durante otra visita, «pidió se labase su camisa y
mandó al alcalde se la lauase».
El
frío, pero también el abatimiento alimentado por la soledad, hicieron mella en
Violante, que el primero de abril «Dijo no saber la ración que tiene». Tan sólo
tres semanas más tarde, su estado alarmó al visitador que «le hizo lebantar de
la cama y ponerse un jubón y que se pasease y hiciese ejercicio, riñéndole
dicho señor inquisidor y diciéndole que por no lebantarse estaba entumecida y
sin gana de comer». A mediados de junio, el nombre de Violante desaparece del
papel. No obstante, el Catálogo del Archivo de la Inquisición de Cuenca recoge
la resolución del caso de nuestra protagonista. El par de líneas a ella
referidas se cierra con una palabra: suspenso.
El
caso, uno más entre muchos otros que acaso expongamos en otro momento, rompe
con la imagen manejada por muchos que, como Van den Eynde, se deleitan cautivos
de sus ensoñaciones. Un sueño del que deberían despertar sobresaltados al
conocer las Instrucciones al Santo Oficio
redactadas por Fernando de Valdés en Toledo, allá por 1561:
«Si
algún preso adoleciere en la cárcel, allende que los Inquisidores son obligados
a mandarle curar con diligencia y proveer que se dé todo lo necesario a su
salud con parecer del Médico o Médicos que le curaren, si pidiere Confesor, se
le debe dar en persona calificada y de confianza…».
2 comentarios:
O es prominente o es preeminente :) Saludos.
http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=zPzk8EboUD6qdars7E
Hola; estoy viendo su conferencia "Imperio español: ¿oro y esclavos?" y me detengo al escucharle que Colón era genovés. Quizá no lo ha visto aun, si es así le recomiendo este vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=r8d0sikl-ew
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