jueves, 22 de noviembre de 2018

El éxodo hispano

Artículo publicado el 3 de noviembre de 2018 en Eldebate.es
https://eldebate.es/politica-de-estado/el-exodo-hispano-20181103


El éxodo hispano

            Movidos por la necesidad, miles de hispanos de todas las edades, mayoritariamente hondureños, se dirigen desde hace semanas a los Estados Unidos, la tierra de las oportunidades. En contraste con la velocidad ferroviaria de La Bestia, los integrantes de las diferentes columnas humanas que tratan de huir del hambre y la violencia, cruzan México auxiliadas por gran parte de una población que se siente reflejada en esos rostros en los que se mezcla el cansancio y la ilusión. Aunque el flujo de emigrantes que desde hace décadas buscan la raya que separa México de los Estados Unidos es constante, la imagen de un grupo tan numeroso resulta tan novedosa como complicada de gestionar por parte de un Estado, a menudo calificado como fallido, que, mientras tiene la obligación de controlar su frontera, sabe que muchos de sus recursos están ligados a la penetración de parte de su población en la tierra del dólar.
            El avance de las columnas plantea el habitual conflicto entre el plano ético y el político, máxime si se tiene en cuenta que estas han penetrado en México a través del Estado de Chiapas, territorio históricamente distinguido por profundas cargas simbólicas que conciernen a la población indígena. Si la línea que separa México de Guatemala es plenamente visible en los mapas, las realidades que se viven a ambos lados del trazo, se parecen, y explican la solidaridad de los chiapanecas. Las atenciones tributadas por los de Chiapas para con los que han dejado atrás sus hogares, se atienen a los más estrictos preceptos éticos, incluso a los marcados por la exhortación  bíblica, que exige dar de comer al hambriento y de beber al sediento. Sin embargo, el cumplimiento de este mandato ético, choca con la realidad política que distingue a los seres humanos, que hace de unos hondureños, y de otros mexicanos. En definitiva, las fronteras delimitan las sociedades políticas y exigen control. Alarmado por la permeabilidad mostrada por la mexicana, Donald Trump ha intentado ir al origen geográfico del problema, a las naciones de las que proceden los emigrantes. Con el propósito de detener la hemorragia migratoria, Trump ha amenazado con retirar la respiración asistida financiera yanqui que sostiene a Honduras, Guatemala y El Salvador. A pesar del mensaje lanzado a la espalda de las columnas, las vanguardias prosiguen hacia una meta en la que se anuncia una severa advertencia: el arresto y repatriación de todos aquellos que entren en EE UU ilegalmente, tarea para la que ya se han desplegado 5.200 militares dentro de la llamada operación Faithful Patriot.
            Mientras Trump mira hacia Centroamérica y fortalece los bordes de su nación, la Policía Federal mexicana mantiene un perfil bajo, motivado en gran medida por la transitoria situación que atraviesa México. El actual presidente Enrique Peña Nieto, vive sus últimos días de mandato, a la espera de la llegada de su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, aupado al sillón presidencial gracias a un programa de gran carga social, canalizado a través de MORENA, partido cuyo nombre evoca la tez de la virgen guadalupana. A menos de un mes para que AMLO acceda a su cargo, hecho que ocurrirá el 1 de diciembre, las medidas que este adoptaría, parecen una incógnita que acaso Andrés Manuel preferiría no despejar. Mientras llega ese momento, Peña Nieto ha impulsado un programa dirigido a los columnistas, denominado «Estás en tu casa», que ofrece asistencia médica, educación e incluso trabajo temporal, con la condición de que estos soliciten refugio y permanezcan en los estados de Oaxaca y Chiapas. Tratando de aumentar el radio de la ayuda, el Gobierno mexicano ha pedido ayuda a la Organización de Naciones Unidas.
            Más allá del drama personal y humano, el conflicto planteado por la columna hondureña puede, además, fortalecer los ya clásicos discursos que separan el mundo hispano del anglosajón dentro del continente americano. Si la llegada de semejante colectivo puede servir a Trump para endurecer su argumentario de frontera, el auxilio a los columnistas, forzados a dejar sus hogares por la rapacidad gringa, dominadora de las oligarquías políticas y empresariales centroamericanas, suena como música celestial en determinados oídos receptivos al ideario de AMLO. El antagonismo señalado hunde sus raíces en el siglo XIX, y sirve para recuperar las letras que el 30 de Junio de 1856, escribió Facundo Goñi, Ministro Plenipotenciario español dentro de un informe enviado a Madrid, en el que relató la reunión mantenida en Guatemala con sus homólogos mexicano y costarricense. El objeto del encuentro era «tratar acerca de los peligros que amenázan a Centro-América y en general a todos los Estados hispano-americanos, y sobre los medios mas conducentes a asegurar su independencia para el porvenir». En él los ministros le comunicaron «que la invasion cada dia creciente de los Estados Unidos en el territorio ocupado por los pueblos hispano-americanos habrá tomado ya todos los caractéres de una lucha entre las dos razas: que en tal concepto la hispano-americana debía proponerse seriamente y desde luego la cuestion de su futura existencia y adoptar las medidas necesarias para su conservacion y comun defensa.
            Que por tanto, recordando que el año 1826 a escitacion de Bolívar y por efecto de la guerra de la independencia se reunió en Panamá un Congreso de Plenipotenciarios de los diferentes Estados cuyo objeto era la formacion de una liga ofensiva y defensiva, convendría hoy a imitacion de lo que se hizo entonces, aunque con mayores motivos y casi espíritu y fines absolutamente diversos, procurar la reunion de una Asamblea de Representantes especiales de todos los Estados sea en Méjico ó en otro punto que previamente se designará; Asamblea en la cual pudiera tener representacion preferente la España como la Madre de toda la gran familia. Que en dicha Asamblea podría deliberarse sobre la formacion de una alianza defensiva entre todos los Estados hispano-americanos, pudiendo entrar en ella la España con las condiciones de superioridad y con las ventajas que le corresponden de derecho y le serían reconocidas en las hipótesis indicadas.»
            Siglo y medio después, los habitantes de la fragmentada Centroamérica, en su momento integrada en el Virreinato de la Nueva España, se dirigen a territorios antaño pertenecientes a tal estructura imperial, mutilada por la ideología aparejada a un Destino Manifiesto, guiado por una Providencia incapaz de integrar a los rostros menos pálidos.

No hay comentarios: