El Catoblepas. Número 138. Agosto 2013. Página 9
Beiras, un español enfermo
Algunas notas para la trayectoria vital de José Manuel Higinio Beiras Torrado (Santiago de Compostela 1936), un español enfermo
Iván Vélez
El 24 de julio de
2013, avanzada la tarde, un tren Alvia tomaba a velocidad excesiva una curva a
la entrada de Santiago de Compostela dejando un rastro de muerte sobre las
vías. Pocos días hubieron de transcurrir para que el portavoz de Alternativa
Galega de Esquerda (AGE), José Manuel
Higinio Beiras Torrado (Santiago de Compostela, 1936) aprovechara
la tragedia para arremeter contra los populares gobiernos regional y central. A
juicio de don José Manuel, los recortes y no otro motivo, habían sido los
causantes de unos muertos de los que hacía responsables al Partido Popular.
«Los muertos son suyos», fue la frase en la que se concentraba el discurso del
veterano independentista gallego. En el fondo de sus incendiarias
manifestaciones, Beiras localizaba a otro de los grandes culpables: la banca,
mimada, a sus ojos, por el PP.
Sin
embargo, más allá de las airadas formas beiranas, las declaraciones no hacen
sino reproducir componentes fácilmente reconocibles en las nematologías que han
adquirido vigor en los últimos años en España. Beiras señala con su dedo
acusatorio a la maligna banca, aliada de la derecha que se deleita en mantener la
prisión de naciones en la que se haya cautiva –y casi desarmada si obviamos los
episodios bélicos del Ejército Guerrillero del Pueblo Gallego Libre- su querida
Galiza.
En
su discurso tampoco podía faltar el habitual ataque a la Iglesia -«¿Qué rayos tiene que hacer la Iglesia
católica en un Estado aconfesional?»- imprescindible en todo español
autocalificado de izquierdas que se precie.
No
cabe duda del enorme juego que Beiras ofrece a la prensa adicta al régimen del
78, la misma que admite, indocta y dócil, la sustitución de la toponimia en
español por toda aquella que, revestida de oficialidad, opte por el aldeanismo
tras el cual se agazapa una cada vez menos disimulada hispanofobia a veces
presentada bajo el rótulo de la «España plural».
Sin
embargo, tales medios olvidan, por desconocimiento o negligencia, datos de gran
interés que sirven para perfilar con mayor finura el retrato del extravagante
personaje del que venimos hablando. Precisamente a la tarea de conocer con
mayor profundidad la trayectoria de este economista y funcionario del Estado,
va dirigido este apresurado trabajo.
Por
de pronto, hemos de decir que el furibundo anticlericalismo del que hoy Beiras hace
gala, contrasta con las piadosas convicciones religiosas de su padre, el
empresario y periodista -firmaba bajo el pseudónimo «Eu ben sei»- Manuel Beiras
García (1904-1996). Miembro fundador, en 1931, del Partido Galleguista, a Manuel
Beiras se debe, en el segundorrepublicano año de 1932, la celebración de la
primera misa en gallego. Beiras padre, en definitiva, no hacía sino responder
al consabido patrón que históricamente ha unido a separatistas y clérigos,
conocedores de los beneficios derivados de la administración del pasto
espiritual en lenguas vernáculas. Si el padre del portavoz de AGE tenía tales
atributos, la madre de don José Manuel, que también lo fue de otros 8 hijos,
Herminia Torres Moldes, pertenecía a la burguesía gallega.
Estas
favorables condiciones familiares propiciaron que José Manuel Higinio estudiara
Derecho en Santiago de Compostela, titulándose en 1957. Culminados sus estudios en
España, se matricula en la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de La
Sorbona, donde también estudiará Lengua y Literatura Francesa, de resultas de
lo cual acusará durante su vida una rendida admiración por los escritores
galos, en especial por Albert Camus, a quien ha traducido al gallego. Antes de
regresar a Galicia, completará su formación académica en la Escuela de Economía
de Londres.
De
nuevo en España, se desempeña como profesor en la Escuela de Economía Política
de la Facultad de Derecho de Santiago durante unos meses, si bien, en 1966
obtiene una bolsa de estudios de la Fundación March, que le permite asistir a
un curso en el parisino Instituto de Ciencia Económica Aplicada, dirigido por
el entonces influyente economista François Perroux (1903-1987), miembro de la
Orden Franciscana Terciaria y estudioso de la economía regionalista y las
relaciones centro-periferia que tanto han interesado a un Beiras llamado a
sacrificarse por la periférica causa de su tierra gallega.
Mientras
todo esto ocurría en el plano académico, Beiras, integrado en el ambiente
galleguista compostelano, terminará por encontrar pareja dentro de tal
atmósfera, matrimoniando con la filóloga Teresa García-Sabell Tormo (Santiago
de Compostela 1942), hija del doctor Domingo García-Sabell (1908-2003), quien
presidió la Editorial Galaxia fundada, entre otros, por Ramón Piñeiro López (1915-1990).
En este último caso, la contigüidad ideológica se vería acompañada de la
física, pues si Beiras tenía el domicilio en el tercer piso del edificio número
15 de la calle Gelmírez, Piñeiro moraba en la segunda planta.
Al
margen de presidir Galaxia, García–Sabell formó parte del Comité español del Congreso
para la Libertad de la Cultura, pródigo en becas, premios y espacios para la
publicación de trabajos que fueron sentando las bases de la estructura federalizante
y atrapada por el mito de la cultura que hoy envuelve a la nación española. Pronto,
la noticia de que dinero que el capitalista imperio yanqui destinaba, a través
de fundaciones-tapadera, a estas actividades de trasfondo anticomunista, afloró
a los medios de masas, si bien esto no fue óbice para que el doctor
García-Sabell mantuviera estrechos lazos con el citado grupo. Prueba de ello es
que un año después del escándalo, en noviembre de 1968 planeó celebrar en su
domicilio de Santiago de Compostela, una reunión cuyo objetivo era confeccionar
un Análisis histórico y socio-económico
de la experiencia de las autonomías en Cataluña y el País Vasco, así como de
los proyectos y movimientos autonomistas en Galicia y Valencia. Poco a poco,
Beiras se irá aproximando a estos ambientes todavía marcados por la atmósfera
de la Guerra Fría.
Paralelamente,
Beiras irá desarrollando una carrera política cuyo embrión se localiza en los
años 1963 y 1964, en los que cristaliza la fundación del Partido Socialista de
Galicia, bajo la atenta mirada del Movimiento Socialista de Cataluña de Josep
Pallach y Joan Reventós. El marcado regionalismo de tales partidos llamados
socialistas, marcará la pauta de la estructura a la que responderá el PSOE que
nacerá tras los cismáticos años de 1972 y 1974.
En su afán por consolidar su
proyecto político galleguista, el a menudo errático Beiras no dudará en unirse
a extraños compañeros de viaje. Así queda demostrado en estas declaraciones del
carlista Manuel Rego Nieto, que aluden a los comienzos del año 1976, tiempos en
los que galleguismo y carlismo fueron de la mano:
O coñecemento con Beiras debíase
a que formabamos ámbolos dous parte do Consello de Forzas Políticas Galegas
(CFPG), íl como líder do Partido Socialista Galego, e eu do Partido Carlista de
Galicia..[…]
Beiras tivo unha moi grande
depresión, ata o punto de ter que internalo nun hospital, ao non ter éxito o
seu partido nas primeiras eleccións de esta partitocracia que padecemos. Tardou
moitos meses en se recuperar e voltámonos a ver na boda en Ribadeo do común
amigo Luis Álvarez Pousa. Xantamos na mesma mesa Ramón Piñeiro, Carlos Casares,
íl e máis eu.[1]
En
cuanto a sus intenciones e ideas, estas fueron expuestas con la claridad propia
del Beiras de 1968, un año después de recibir el Premio de la Casa Gallega en
Nueva York por el trabajo: El
problema del desarrollo en la Galicia rural. En efecto, en tan
revolucionario año se publica el libro de Sergio Vilar: Protagonistas de la España democrática. La oposición a la dictadura
1939-1969, (Ediciones Sociales, Barcelona-París-Madrid, Depositario:
Librería Española, 72 rue de Seine, París 6ᵉParís 1968). En las páginas 387 y
388, el demócrata Beiras, ya fuertemente alarmado por la, a su juicio, «castellanización
creciente» de su tierra, se define ideológicamente y da pistas sobre lo que
podría ser su futuro, sobre un mañana en el que incluso contempla la
posibilidad de integrarse en lo que denomina «Gobierno central»:
-
Políticamente
¿cómo te definirías?
-
Como
un demócrata galleguista… En lo económico, y atendiendo las realidades de mi
país, he estudiado mucho el cooperativismo. El que más se ajusta a la realidad
de Galicia es un cooperativismo como el danés. En lo ideológico he ido
formándome un pensamiento socialista, no doctrinario, no dogmático, no
completamente marxista, aunque desde luego aceptando todo lo que en el
socialismo hay de peso básico aportado por el marxismo. Por ejemplo, Oscar Lange
es un autor que me interesa mucho.
-
¿Aspiras
a un determinado cargo político?
-
En
un futuro democrático, aspiraría a un cargo relacionado con Galicia, en
concreto. Después de algunos años, podría verme también en un Gobierno central.
Pero hay muchas cosas que hacer en Galicia. Cuando estuve en París tuve muchas
oportunidades de q uedarme en un buen
cargo en algunos organismos internacionales. Pues bien, al final volví a
Galicia; no a Madrid, ni a Barcelona, sino a Galicia. Los problemas que me
interesan son los problemas gallegos… Galicia sufre una emigración de la que se
habla muy poco, que es la emigración de las «élites». Por otra parte, la
Administración está regida en Galicia por personas que tienen poco contacto con
nuestras realidades.
Es
también en 1968 cuando participa en el Coloquio
sobre los problemas del desarrollo regional, celebrado los días 15, 16, 17
y 18 de mayo de 1968 en la Escuela Superior de Técnica Empresarial Agrícola de
Córdoba, organizado por la Escuela
Superior de Técnica Empresarial Agrícola de Córdoba, el Institut d´Etude du Developpement
Economique et Social -dirigido por François Perroux-, el Círculo de Economía de
Barcelona, “Seminarios y Ediciones S.A.” –editorial cuyos dirigentes, entre
ellos García-Sabell, ya se habían
recuperado de la sorpresa de haber sido
financiados por la CIA, estando ahora apoyados por la Fundación Ford-, el Departamento
de Disciplinas Económicas y Financieras de la Facultad de Derecho de Sevilla y
la Secretaría Técnica de Congresos y Exposiciones, del Excmo. Ayuntamiento de
Córdoba.
De
la participación en tal Coloquio, salió entusiasmado don José Manuel, si
atendemos a la carta que, fechada en Vigo el 17 de junio, y escrita sobre un
folio con el membrete de la Revista de
Economía de Galicia, de la que era subdirector, transcribimos a continuación.
El destinatario de la misma no era otro que el secretario del Comité Español
del Congreso por la Libertad de la Cultura, ahora rebautizado como Asociación Internacional por la Libertad de la Cultura,
su «querido amigo» Pablo Martí Zaro:
Sr. D.
Pablo Martí Zaro
Avda. De América, 13, 1º, dcha
Madrid-2
Mi querido amigo:
El editorial del próximo número
de nuestra revista, que saldrá dentro de unas semanas, se referirá a la
positiva experiencia del Coloquio de Córdoba. Pero quisiera además, en nuestra
sección de “Testimonios y Documento”, hacer una breve información documental de
lo que fue el coloquio. Para ello voy a reproducir el temario de ponencias y
comunicaciones. Y quiero pedirte autorización para reproducir además, como
muestra de uno de los temas tratados, y en razón de su especial interés para
una revista gallega, los textos de mi ponencia, la de Barbancho -que le sirve
muy bien de marco general referido a toda España- y la de Castilla del Pino
sobre los aspectos psicopatológicos de la migración.
Confío en que no habrá
inconveniente para ello, tratándose de una reproducción global de materiales
del coloquio. Espero, pues, tu respuesta afirmativa, pero no tengo
inconveniente, si te parece mejor, en enviarte una carta más formal de solicitud
dirigida a ti en calidad de consejero-delegado de Seminarios y Ediciones.
Gracias anticipadas y un abrazo
muy fuerte. Creo que, sinceramente, lo de Córdoba ha sido un gran éxito
vuestro, y que ha tenido una enorme utilidad para romper el hielo sobre temas
que siempre han resultado tan espinosos en nuestro ruedo ibérico.
Repito, un fuerte abrazo.
Xosé M. Beiras
Subdirector
P.S. ¿Teneis
pensado por fin publicar los materiales del coloquio?¿Crees que pasarían la
censura todas las intervenciones orales? Personalmente estoy convencido de que
sería muy fecundo darlas a conocer. Saludos.
Nada debía temer Beiras, con respecto a la
censura franquista, y menos a propósito del Coloquio, pues el día 1 de julio de
1968, Carlos Robles Piquer (Madrid 1925), Director General de Cultura Popular y
Espectáculos del Ministerio de Información y Turismo, y cuñado de Manuel Fraga
Iribarne (1922-2012), manifestaría al respecto que: «dentro de los límites
razonables que sus organizadores le habíamos impuesto, los actos de esta
naturaleza son hacederos y perfectamente asimilables por la nueva conciencia
que se va formando en nuestra sociedad». El que durante el primer gobierno de
la democracia coronada sería ministro de Educación y Ciencia, se reconfortaba
de que existieran «notas discordantes»,
que califica como «saludables».
Mientras
la dictadura languidecía al ritmo de la decadencia física de Franco, en
septiembre de 1974, Beiras, bajo el errado nombre de José María, aparece en la
prensa integrado en el proyecto de la “Conferencia Democrática” en la que se
encuadraban Fernando Álvarez de Miranda y Joaquín Ruiz-Gimenéz, y viejos
conocidos como Dionisio Ridruejo, pero también Antonio García López, Pablo
Castellanos, Heribert Barrera y el propio Piñeiro.
Fascinado
por el federalismo que impulsaban, entre otras, plataformas como el Comité
Español del Congreso para la Libertad de la Cultura, en 1976 –en 1971 había
asumido el cargo de secretario general- Beiras intervendrá como representante
del PSG en la redacción de las Bases Constitucionales para un pacto federal en
el que jugaría un papel propio la pretendida nación gallega. Un año más tarde
sufrirá el revés electoral y la crisis depresiva antes referida, abandonando el
cargo debido a su inestable situación psicológica.
No
obstante, en 1977 es nombrado académico
numerario electo de la Real Academia Galega en 1977, si bien renunciará a su sillón
ocho años después por entender que la RAG apoyaba la impugnación que el
gobierno interpuso ante la Ley de Normalización Lingüística del Gallego.
En
1980 Beiras obtiene la Cátedra de Estructura Económica en la Universidad de
Santiago de Compostela y dos años más tarde participa en la constitución del Bloque
Nacionalista Galego (BNG), llegando a ser diputado del Parlamento de Galicia en
1985. El final del siglo XX, en el plano político, estará marcado por sus
polémicas con Manuel Fraga y por resucitar, junto al PNV y CiU, la vieja
Galeuzca, convenientemente actualizada como Galeuscat. En febrero de 2012
abandonará el partido para impulsar la formación ANOVA-Irmandade Nacionalista,
que se incorporará a la coalición la coalición Alternativa Galega de Esquerda.
La trayectoria de
Beiras, en definitiva, se ajusta perfectamente al recorrido ideológico
experimentado en España a partir de finales de la década de los años 50. Fruto
de esta subvencionada y nebulosa nematología, cristalizó un enfermizo modelo
político que permite, e incluso fomenta, amparada en su esquizofrénica legalidad,
la existencia de organizaciones como la liderada por el histriónico Beiras,
cuya nívea testa es capaz de albergar la imposible idea de «nación de naciones».
[1]«A volta de Beiras», La Región,
16 de noviembre de 2012, http://www.laregion.es/opinion/16121/27033/
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